Bienvenidos y gracias por estar aquí esta tarde.
Lo nuestro de hoy no es una protesta
ni tampoco una manifestación; lo nuestro es un encuentro, una presentación, el pregón
de una actividad absolutamente consolidada que cada año organiza la Asociación
de Centros Universitarios de Salamanca, CUDESA: la Semana Solidaria.
Sin
embargo, aunque llevemos mucho tiempo celebrando esta actividad, es la primera vez que salimos a la calle y
hemos querido hacerlo precisamente para compartir con toda Salamanca algo que
merece la pena ser pregonado: el valor de la solidaridad, el valor de una
juventud solidaria, el sueño de que un mundo mejor es posible. Todos los
jóvenes que nos hemos reunido aquí tenemos algo en común, somos universitarios
que vivimos en Colegios Mayores y Residencias de CUDESA, y eso tiene que
notarse. ¿En qué? En nuestros valores, en nuestra manera de afrontar la vida y
de mirar el mundo que nos rodea, en nuestro empeño común de que con pequeños
gestos se puede cambiar el mundo. Y por eso desde hace ya muchos años
convertimos una semana cualquiera del año en una semana muy grande y especial,
una semana de sensibilización: la Semana Solidaria de CUDESA. ¡Qué mejor motivo
para reunirnos y festejar que la solidaridad!
En
esta edición dirigimos nuestra mirada hacia África, como continuación del
proyecto del año pasado. Concretamente vamos a mirar la realidad de Tanzania,
donde queremos apoyar el trabajo de cooperación al desarrollo que la Fundación
Carpio Pérez está llevando a cabo con las familias de las viudas del pueblo masai.
Gracias
a vuestra colaboración el año pasado se pudo construir allí un parque infantil
de juegos al que han bautizado como Parque de CUDESA. Qué bonito pensar que a
miles de kilómetros de aquí nos han dedicado un parque. ¡Qué poco ha supuesto
para nosotros y cuánto para ellos! Las sonrisas inmensas de los niños jugando y
pasándoselo en grande, como luego veremos, han sido sin duda nuestra mejor
recompensa. Y es que algo tan simple como jugar, un derecho de la infancia, se
hace muchas veces tarea imposible para los niños de aquellas tierras. Y obviamente
no por falta de ganas, sino por las condiciones de vida, que muchas veces hacen
que tengan que dejar de ser niños antes de tiempo.
Continuando
con el mismo proyecto, este año queremos contribuir a la educación escolar de
todos esos niños masai. Por eso vamos a colaborar con la construcción de una
biblioteca. De este modo, la semana solidaria de este año quiere dar voz a
todos esos niños y convertirse en un alegato en favor del derecho universal a
la educación, porque el desarrollo de
cualquier pueblo comienza por la educación.
Para
conseguir este objetivo concreto de la biblioteca y sensibilizarnos con este y
otros problemas sociales, tenemos por delante una semana de convivencia intensa
en la que compartiremos juegos, deportes, bocata, fiesta, pero sobre todo un
sentimiento común: las ganas de cambiar el mundo. Ya sabemos que lo nuestro es
solo una gotita de agua en la inmensidad de un desierto de problemas, pero como
jóvenes somos optimistas y creemos firmemente que gota a gota el agua es capaz
de quebrar cualquier obstáculo. Porque el verdadero cambio no vendrá de grandes
acciones, sino de pequeños y constantes gestos que como gotas de agua nos vayan
transformando el corazón. Este es el verdadero sentido de la semana solidaria:
hacer de nuestros corazones casas de puertas abiertas, corazones dispuestos a
escuchar y atender los problemas de los demás.
¡Nunca
dejéis de creer que un mundo mejor es posible! Los jóvenes de CUDESA estamos y
estaremos siempre dispuestos a intentarlo.
Gracias
a todos por colaborar. ¡FELIZ SEMANA SOLIDARIA!
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