El pasado domingo, 4 de octubre, el grupo de nuevos colegiales tenían una importante cita: la convivencia de comienzo de curso. Como en años anteriores el lugar escogido fue el precioso Parque Natural de la Sierra de Francia, al sur de la provincia de Salamanca. Sin embargo, este año la lluvia y el fuerte viento hicieron que tuviésemos que cambiar la planificación del día. Pero esto no impidió que pudiéramos cumplir el objetivo propuesto: afianzar nuestra relación y convivir intensamente en un entorno distinto.
A eso de las 10 de la mañana salimos hacia la Peña de Francia, donde la niebla y el intenso viento hacían difícil caminar. Alguno, desorientado con la niebla, estuvo a punto de quedarse con los dominicos y por poco lo dejamos allí. A pesar de las inclemencias metereológicas pudimos visitar la gruta donde fue encontrada la imagen de la Virgen en el año 1434 así como el Santuario que se construyó en su honor. Tras una breve oración nos dispusimos a bajar hacia la pintoresca localidad de La Alberca, declarada monumento nacional por la singularidad de su patrimonio arquitectónico. La bajada no resultó sencilla, ya que se estaba realizando por esa misma carretera un prueba ciclista que tuvo que ser cancela a mitad de trayecto por culpa de las rachas de viento. Así que tocó llenarse de paciencia y bajar a paso de tortuga.
Al llegar a La Alberca nos dirigimos hacia la parroquia donde celebramos juntos la Eucaristía dominical, agradeciendo al Señor la oportunidad que significa vivir juntos en el Colegio Mayor y pidiendo por la buena marcha del curso. Una vez terminada la Misa, comimos en un amplio salón que amablemente nos dejó el párroco, donde pudimos refugiarnos del frío y de la lluvia. En vista de que el tiempo no mejoraría decidimos poner fin a la convivencia después de comer y regresar a Salamanca.
Gracias a todos por poner al mal tiempo buena cara y hacer posible que pasásemos una jornada muy agradable.
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