Como todos los años al comenzar el curso, el Colegio Mayor Tomás Luis de Victoria organiza una convivencia con la que poner punto y final al proceso de integración de los nuevos colegiales. Por este motivo, el pasado sábado 1 de octubre pusimos rumbo a La Alberca para empezar la jornada.
La primera actividad programada fue en una ruta de senderismo desde esa turística localidad hasta la Peña de Francia, una de las cumbres más bellas de la provincia. Sin duda, el ascenso bien pudo ser una metáfora del esfuerzo que todo universitario debe hacer para llegar con éxito al final de su carrera y en definitiva de la vida misma. Pero como siempre, por el camino encontramos amigos que hacen que la dureza de las cuestas se vaya limando y se puedan vivir desde la alegría y la esperanza. Y de ese modo, cada cual a su ritmo, pero nadie solo, fuimos alcanzando la cima, donde nos esperaba en su santuario la preciosa imagen de la Virgen de la Peña.
Una vez comimos, nos dispusimos a hacer el camino inverso -esta vez en bus- hasta La Alberca, para disfrutar de sus pintorescas calles y rincones, y celebrar en la parroquia una Eucaristía en la que dar gracias a Dios por este curso en el Tomás. Como este verano ha sido especialmente seco no pudimos hacer la barbacoa en el campo, como acostumbramos, sino que tuvimos que hacerla en el Colegio Mayor, aunque el sitio es lo de menos, lo importante es la buena compañía y -cómo no- la pancetita, el chorizo y demás viandas que repusieron nuestras fuerzas.
Gracias a todos por hacer de este sábado un día especial.